Reseñas Lij


Los hijos del vidriero
Maria Gripe
Ilustraciones de Harald Gripe
Editorial: SM
Colección: Barco de Vapor. Serie Naranja
Madrid, 1993
Nº de páginas: 192

Libros que enseñan a pensar...
En 1964 Maria Gripe (Suecia, 1923-2007) publicó la novela Los hijos del vidriero de la que aseguró ser uno de sus libros más queridos, pues lo escribió casi sin esfuerzo y en tan sólo doce días. También porque recordaba esa época como una de las más felices en su vida, cuando pasó el otoño con su familia en la casa de campo, sin luz eléctrica, ruido y donde, si querían agua, debían ir a buscarla al manantial.
Es muy probable que todos estos elementos inspiraran a María Gripe ya que, en el más puro estilo de los clásicos infantiles, en esta novela todo comienza en un pueblo que ya no existe: cuando no había electricidad y el medio de transporte eran los carruajes y los carromatos; cuando la gente se desplazaba con sus productos para venderlos o intercambiarlos en la feria semestral.
Albert y Sofía tienen dos hijos pequeños: Klas y Klara y, aunque viven pobremente de la venta de los platos, vasos y recipientes de vidrio que fabrica Albert, son una familia feliz.
Hasta aquí todo indica que se trata de un relato de tintes realistas, pero cuando aparecen Aleteo Brisalinda y su cuervo Talentoso, la historia se torna fantástica. La vieja Aleteo teje alfombras en la que plasma el futuro de las personas. Además, si alguien se lo pide, acepta leerle la buenaventura a través de las líneas de la mano. Talentoso, por su parte, es un cuervo sabio, tuerto y parlante.
Con el paso de las páginas, a los hijos del vidriero se los llevan a la Ciudad de Todos los Deseos, no sin antes cruzar el Río de los Recuerdos Olvidados, con lo que olvidarán por completo lo que han dejado tras la otra orilla. Y a pesar de los nombres tan sugerentes de su nuevo hogar, descubren un mundo extraño, inhóspito, donde cada deseo cumplido ensombrece la felicidad de sus moradores.
Esta novela de final feliz tiene varios niveles de lectura por lo que es disfrutable por niños (de alrededor de 9 años adelante) y adultos. En el horizonte infantil cabe destacar cómo, con lenguaje sencillo y de manera evocadora y profunda, la autora toca temas como las relaciones familiares, la soledad, el amor, la maldad, la belleza y los deseos, e induce a que el lector se cuestione acerca de estas nociones.
En entrevista, Maria Gripe comentó que la mejor honra que había recibido era el de los niños que le escribían para decirle que sus libros les gustaban porque les enseñaban a pensar. ¿Puede haber un mejor elogio? (Por Paulina Ugarte Chelén)

Fuente: Ugarle para El Economista, Sección Arte e Ideas, Mx. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gustó mucho la reseña.
GRACIAS-