Las 5° Jornadas Internacionales de Narración Oral Escénica
en la Plata homenajearon a Graciela Beatriz Cabal
Por Claudio Ledesma
A 10 años de su muerte absurda -la muerte siempre es
absurda, pero mucho más en su caso-, sus familiares y amigos seguimos pensando
en que fue ayer que dejamos de verla, tal vez, porque en nosotros ella sigue
más viva que nunca, tal vez, porque su obra es tan maravillosa que la hizo
trascender y vencer a la muerte.
Cuando nos enteramos que había fallecido, apenas pudimos
reaccionar o entender. Es que no había nada que entender.
Yo pensaba que era una más de sus bromas -a las que nos
tenía tan acostumbrados- . Si ella no se quería morir nunca, nunca, nunca...
Cuando ella pasaba por la vida de uno, uno,
indefectiblemente, no volvía a ser el mismo.
Como algo premonitorio o simplemente mágico -a ella siempre le pasaban
cosas mágicas; cualquiera que la haya conocido puede dar fe-, a los días de su
muerte, salió publicado en España un texto que ni su familia ni sus amigos
sabíamos que había escrito: Instrucciones para mi muerte.
En esas instrucciones decía que hay que festejarla, en
noviembre, porque fue el mes que nació. Hay que festejar que la conocimos y no
llorar porque se fue, porque en realidad, nunca se fue.
Es por eso que estas 5° Jornadas Internacionales de
Narración Oral Escénica en la Plata, se la dedicamos.
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