Un libro para Bruno
Nikolaus
Heidelbach
Traducción:
Olga Martín Maldonado
Grupo
Editorial Norma.
Bogotá, 2008
Nº de páginas:
32
Por Bettina Pucheta (*)
Bruno es un chico que ve a los libros con recelo, cree que
todos son aburridos y que nada de su agrado puede encontrar en ellos. Es de los
que no van a las bibliotecas porque le parecen tenebrosas, o no pasa por las
librerías porque cree que sólo tienen los libros que le hacen leer en la
escuela. Esas ideas- un tanto fundadas- sólo perdurarán hasta que
aparezca la persona indicada que le ofrezca el libro, también, indicado…
Ula es una niña que se pasa buscando en los libros las
respuestas que no encuentra en otros lados y también los utiliza para despertar
su imaginación. Es del tipo de nenas que no le importa qué piensan de ella los
chicos como Bruno porque tiene todo lo que desea: el acceso a la biblioteca de
su padre, la cuna del saber, el conocimiento universal a su alcance, los libros
permitidos y los prohibidos, todo lo que un chico amante de los libros puede
esperar… Ula, ocupa un rol activo en la historia, es ella quien invita a la
aventura y es la portadora de nutridas experiencias.
El libro, con
magníficas ilustraciones llenas de pequeños gestos que revelan curiosidad,
miradas que desafían, posturas que caracterizan; observamos cómo esas vidas,
aparentemente tan opuestas, se van a buscar, a cruzar y a unir para disfrutar
ni más ni menos que de la experiencia de la lectura, de la compañía, de las
historias y de los personajes que se encuentran en esos objetos que Bruno nunca
se animó a explorar.
Una de las
tantas encantadoras lecturas que nos ofrece Nikolaus, una historia que
resalta la importancia de tener cerca a alguien que conozca de libros y del
gusto por ellos, para así contagiar a otros “Brunos” el placer por la
lectura.
(*) Bettina
Pucheta: Estudiante de la carrera de Edición en la UBA
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