El escritor portugués José Saramago, premio Nobel de Literatura en 1998, dejó a sus 87 años una vasta obra. El libro aquí reseñado (La flor más grande del mundo) es el único al que el autor destinó para chicos, confesándoles que no fue hábil para hacerlo por su falta de paciencia…La obra fue traducida al castellano por su esposa e ilustrada por Joâo Caetano. ¡Gracias Saramago por tanto!
Me agradan los libros que se mantienen fieles a la esencia misma del arte, o sea, que brindan a los niños un conocimiento intuitivo y directo de la belleza sencilla, susceptible de ser percibida inmediatamente y que produce en sus almas una vibración que les durará de por vida. Paul Hazard
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